Quien tiene la semilla, tiene la sartén por el mango

Quien tiene la semilla, tiene la sartén por el mango

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Con este slogan esta creciendo un movimiento que pretende traer a la luz y hacer visible la arrasante tendencia de privatización y concesión de patentes en las semillas.

Mientras que la ingeniería genética está claramente rechazada por la sociedad civil (desde grupos religiosos y conservativos, hasta la izquierda social más radical), el „aburrido“ tema de la „semillas“ no ha conseguido el potencial suficiente para movilizar a grandes masas.

A continuación siguen las cuestiones básicas que están entrelazadas con el tema de las „semillas“:

La semilla se encuentra en el principio de nuestra cadena de producción alimentaria, por este motivo es el fundamento de nuestra completa alimentación. Hablar del “propietario” de las semillas significa, nada menos que hablar de quien tiene el poder sobre nuestra supervivencia: siendo las personas individualmente o media docena de consorcios. El acceso a las semillas va cogido de la mano al acceso a la tierra y al agua como base fundamental para la soberanía alimentar y para la autonomía en la producción alimentar. El acceso libre a las semillas es considerado por la ONU un derecho humano, según el derecho específico a la alimentación.

El tema de las semillas está también conectado a la cuestión de “como” está organizada la agricultura de un país. Las semillas industriales que son promovidas por consorcios, bajo la idea de poder alimentar a la populación mundial creciente, están adaptadas a un modelo agrícola que solo se basa en el aumento de producción y el crecimiento económico. En este modelo la cantidad es preferible a la cualidad, la plusvalía al valor nutritivo, el monocultivo a la biodiversidad y el centralismo a la auto-organización. Consiste en cultivar una pequeña diversidad de variedades en monocultivos, los cuales son tratados con abundantes pesticidas y fertilizantes. Éste modelo de agricultura acaba con el sistema de agricultura diversificada, local y familiar, el cual está dotada de una gran biodiversidad. Una evaluación realizada por el „International Assessment of Agricultural Knowledge, Science and Technology for Development“ (IAASTD), asegura que el sistema de agricultura diversificada, local y familiar puede alimentar toda la población mundial, tristemente este estudio cae en un saco roto.

Con el tema de las „semillas“ viene implícita la cuestión de cual es el sistema de agricultura que queremos y como queremos nutrirnos. También entra en cuestión, quien gobierna y domina la producción y el suministro global de alimentos. Por eso, debemos analizar críticamente el desarrollo del sector de las semillas e intentar tener una influencia en él.

El desarrollo del sector de las semillas se basa en dos aspectos importantes, los derechos de propiedad intelectual sobre las semillas y las leyes de mercantilización de éstas. A continuación se analizan más profundamente estos dos aspectos.

¿Propiedad intelectual sobre seres vivos?

Según el acuerdo llamado Agreement on Trade-Related Aspects of Intellectual Property Rights (TRIPS ), todo país que se úne a la Organización Mundial del Comercio (OMS) se compromete también a dictar derechos de propiedad intelectual sobre los animales, las plantas y las semillas. Sinembargo, a diferencia de todas las demás áreas, se permite excluir animales, plantas y semillas del acto de patentar, si en su lugar los inventos sobre las plantas y los animales están protegidos „ Tanto a partir de patentes , mediante el sistema efectivo sui generis o una combinación de ambos“  (Articulo27,párrafo3bTRIPS)

En los EEUU la creación e investigación sobre las plantas y animales está sostenida por el derecho de patentes. En la UE y en otros muchos estados, en cambio existe el UPOV ( Convención de Propiedades de Plantas) como sistema de sui generis para la apropiación de derechos sobre las plantas y las semillas. Esta convención da menos derechos a los inventores que las patentes, por ejemplo, ofrece a los agricultores y a los cultivadores sus originales privilegios, esto significa que las variedades tradicionales deben ser recultivadas y reproducidas por los agricultores. Sin embargo, desde la aprobación de la UPOV en 1991, los privilegios de los agricultores han sido permanentemente recortados. Desde entonces el cultivo de variedades tradicionales ya no es gratuita.

La adquisición de derechos de propiedad intelectual está continuamente creciendo, sobre todo debido a la influencia de la industria. Solo algunos pocos países tienen un sistema de sui generis establecido que fortalece los derechos de los agricultores y no de las empresas privadas. Este sistema basado en la declaración internacional de los „derechos de los agricultores“, que se estableció durante el tratado internacional de los recursos fitogénicos. A pesar de ser una declaración muy positiva, está escrita de tal forma que se hace muy difícil su aplicación. La situación, de perdida de derechos de los agricultores, se agrava con los acuerdos comerciales bilaterales entre los países en desarrollo y las corporaciones, por ejemplo el tratado de libre comercio entre la India y la UE que actualmente está siendo negociado.

Las patentes sobre los seres vivos

Con la ingeniería genética se abrió en Europa la puerta a las patentes sobre las semillas. La protección por patentes se aplica tanto al trabajo de laboratorio, al procesamiento, como también al aumento de producción de cosechas. Se debe pagar para todos los derechos de las patentes y además la reproducción y comercio de semillas patentadas está prohibido.

Es evidente que en los últimos años, adquirir derechos de propiedad intelectual sobre las plantas y semillas ha sido el máximo interés de las grandes corporaciones. Esto ha hecho que en el mercado internacional el precio de las semillas aumente y que crezca el monopolio en el sector de las semillas.

Existe un fuerte vínculo de causa/efecto entre los derechos de propiedad intelectual sobre las plantas y las semillas y el monopolio en este sector, como también entre las patentes sobre semillas y el aumento del precio de éstas. Actualmente es muy alarmante que instituciones internacionales como el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) promuevan mecanismos de privatización en este sector.

La ley de mercantilización de semillas en la UE, que no tiene hasta ahora ninguna repercusión mediática, es un claro ejemplo de la apertura en Europa de la adquisición de patentes y de protección de las obtenciones vegetales.

Ley de mercantilización de semillas

Si bien la esfera jurídica de los derechos de propiedad intelectual existe para proteger los derechos de los obtentores, la ley de mercantilización de semillas de la UE establece cuales son aquellas variedades que pueden ser comercializadas y las que no. De acuerdo con esta legislación, sólo se pueden comercializar aquellas variedades que se encuentran en el catálogo vigente de la UE. Los criterios para que las semillas puedan ser incluidas en el catálogo están basadas en las características de las semillas industriales. Por tanto, muchas variedades locales, tradicionales y nuevas variedades aptas para la agricultura biológica no satisfacen estos criterios y por consiguiente no pueden estar incluidas en este catálogo. Además, la inclusión de variedades en el catálogo está asociado a elevados costes que muchas veces no pueden ser asumidos por pequeños agricultores y agricultoras. Por estos motivos se justifica que muchos pequeños agricultores y agricultoras, entre ellos ecológicos, estén trabajando con semillas híbridas. Aunque también juegan un papel importante aquellas universidades y centros de investigación autofinanciados que investigan con el mejoramiento de semillas biológicas (contrario a promover la biotecnología y la creación de variedades de alto rendimiento).

La ley de comercialización de semillas está siendo actualmente revisada y estandarizada para todos los países miembros de la UE. Esto ha hecho que en los últimos años dentro de las organizaciones de cría, iniciativas de conservación de semillas y agricultores y agricultoras; se discutiera sobre como transformar esta ley de semillas y cómo influenciar en los organismos de decisión de la UE.

La estandarización europea de la ley de semillas es especialmente problemática para aquellos países miembros que aún tienen una agricultura estructurada ruralmente, donde se cultivan muchas variedades tradicionales de semillas y donde la práctica del intercambio de semillas es aún común.

Con esta ley no significa que, de un momento para otro, la comercialización de variedades no incluidas en el catálogo sea ilegal. Además, por ahora no está claro tampoco si con el término „comercialización“ se entiende solamente la compra-venta o también esta incluido el intercambio.

Reacciones de activistas de la escena de semillas

Lamentablemente, entre los activistas de la escena de semillas tampoco hay conformidad sobre el camino que se debería tomar respecto a estas preguntas urgentes. Las posiciones de los países y actores diferentes son demasiado distintos.

Una posibilidad para ejecer influencia sobre la configuración de las leyes de semillas de la EU es el lobbyismo. Haciendo menos burocrática y económicamente más fácil la admisión de variedades de conservación en el catálogo de semillas, esta es la idea fundamental de la así llamada “directiva sobre las variedades de conservación” de la EU que ya va en la dirección correcta. Sin embargo, hasta el momento esta norma no consigue sus objetivos.

Lobbyismo/grass roots movements

El lobbyismo y su influencia sobre la “directiva sobre variedades de conservación” de la EU es un camino posible de eliminar del mercado las semillas diversas que son adecuadas para el resiembro y que son promovidas por pequeñas organizaciones de cultivo y conservación de semillas. Con una directiva sobre variedades de conservación que cumpla con lo que promete sería posible poner en circulación oficialmente y regularizar las variedades tradicionales.

El objetivo de este camino es cambiar los criterios para la admisión de variedades de tal forma que variedades tradicionales, o variedades especialmente adecuadas para el cultivo ecológico, tengan acceso al catálogo al menos como variedades de conservación. Consequentemente, las semillas de estas variedades podrían ser comercializados oficialmente, e iniciativas de conservación de semillas ya no tendrían que actuar en los límites de la legalidad; casos como la queja contra la iniciativa francesa Kokopelli serían imposibles.

Sin embargo, el lobbyismo y la influencia sobre la legislación de semillas de la EU requieren mucha paciencia y, sobre todo, optimismo. Aunque organizaciones para la conservación de semillas y ONGs actualmente sean convidadas a aportar su opinión en el papel de acción de la EU, es discutible que tanto puedan imponerse con sus intereses contra el lobby grande de la industria como de las multinacionales agrícolas.

En vez de perderse en la jungla de textos legales, un camino diferente es establecer alternativas informales al lado del sector de semillas formalmente y legalmente regulado. Es importante reconocer que estos dos caminos no se excluyen, sino que son dos caminos diferentes con el mismo objetivo. Lobbyismo al nivel de la EU solamente puede tener influencia cuando no existan alternativas a las que se puede remitir. Tomar caminos alternativos solamente es posible cuando la legislación no ses tan estricta, ya que cada primer paso en una dirección diferente es impedido enseguida.

El 17 de abril, las acciones de semillas alrededor del día de acción de Via Campesina han mostrado que exactamente eso es posible.

Ferias de intercambio de semillas como un medio práctico y político

Aparte de una mobilización grande en Bruselas el 18 de abril para una manifestación a favor de la soberanía de semillas y contra la legislación de la EU, en las semanas pasadas también hubo muchas actividades y eventos descentralizados para la soberanía de semillas, especialmente ferias de intercambio de semillas.

Como ejemplo para estas ferias sirve la campaña „Seedy Sundays“, la cual, inspirada por una acción similar en Canada, organiza ferias de intercambio de semillas en Gran Bretaña desde hace 2002. Ahí se juntan personas para intercambiar, o a veces regalar o vender semillas sin modificaciones transgénicos, semillas que no híbridas y plantas jovenes, y para intercambiar experiencias. No solamente crecen las ferias mismas – muchas veces se venden libros usados, o se organiza un programa de cultura y actividades para niños, peliculas, teatro y cursos para la reproducción y conservación de semillas – sino que también crece la cantidad de las ferias y de las personas que las visitan.

Se manifiesta que estas ferias de semillas son muy adecuadas para juntar personas que normalmente no – o casi no – se encuentran: viejos y jóvenes, inmigrantes y personas con familias arraigadas en la región desde hace generaciones, ciudadanos/as y aldeanos/as, grupos activos en luchas socials así como personas que se dedican mas bién a temas ecológicos.

El tema de las semillas puede empujar un debate amplio sobre la agricultura, la propiedad y sobre las preguntas socio-políticas en general, así como puede estimular diferentes formas de acciones. Enmarcado en una feria de semillas en Berlin, por ejemplo, una franja de césped improductiva fue plantada de manera “guerrilla gardening” con plantas útiles y arbustos comestibles.

Conectar las economías del campo y de la ciudad

„También yo como ciudadana puedo contribuir algo al tema de la soberanía de las semillas!” gritó una visitante después de un discurso enmarcado en una feria de semillas, y con eso expresó un punto esencial de un movimiento que se está fortaleciendo: con su cambio del modo de vida y por las estructuras urbanas, dentro de pocas décadas el ser humano urbano se ha distanciado de la naturaleza y de los procesos de producción agrícola – con las conocidas consecuencias negativas como el aumento de enfermedades psicosociales y las frecuentes escándalos alimentarios, los cuales solamente describen la punta de las problemáticas diarias de los supermercados.

Parece que para muchas personas ha llegado un momento crucial, ya no están dispuestos a seguir el status quo. Generalmente se puede registrar un boom de jardines; familias jóvenes que muchas veces crecieron sin ningún contacto a la agricultura arriendan huertos familiares o cultivan plantas útiles en sus balcones. Aparte de las preguntas sociales, grupos de la izquierda empiezan a dedicarse a la jardinería, y además de ocupar casas también ocupan arias de barbecho que luego son transformados en jardines comunes.

Corriendo paralelo a eso, mucha gente empieza a cuestionar el origen y la calidad de sus semillas. Ya no está lejos el paso a extraer las semillas por sí mismo e intercambiarlas en una feria local. Aparte de los ahorros monetarios, la extracción propia de semillas genera el orgullo de haber “producido” algo. Si estas personas entendieran la multiplicación de variedades interesantes como una declaración política, y defendieran activamente sus derechos a variedades libres, a la resiembra y a la multiplicación de semillas, podría desarrollarse un movimiento fuerte, dentro de lo que crecería el interes de los/las ciudadanos/as para los asuntos de los campesinos/as, y donde los problemas de la agricultura industrial podrían ser abordados conjuntamente. La ciudad y el campo ya no estarían dos vidas diferentes afectados con prejuicios de ambos lados.

Desdentada sabiduría

Actualmente hay muchos jóvenes que han descubierto “de nuevo” el tema apasionante de las semillas. Con este nuevo movimiento los “abuelos y abuelas” recuperan su reconocimiento y de repente toman audiencia, ya que son los dueños de un conocimiento que tiende a desaparecer y que formó parte de su vida cotidiana.

Durante las ferias de intercambio de semillas organizadas periódicamente desde hace varios años por “Red de Semillas” en España o “Colher Semear” en Portugal, siempre se incluye una “Mesa Redonda de la sabiduría” en el programa. La gente, señoras y señores de hasta más de 80 años que rara vez dejan su pueblo, se sientan en la mesa redonda y describen “sus” antiguas variedades de semillas y los mejores métodos de cultivo de éstas.
Las mesas redondas son filmadas y así se consigue preservar un valioso conocimiento que frecuentemente se pierde para siempre.

Las semillas sólo se transmiten mediante la naturaleza, ayudémoslas a viajar

Las semilla no conocen fronteras nacionales, estatales ni territoriales en el mundo globalizado, la difusión de semillas “buenas“ o „malas“ (GVO!) son transmitidas más rápido que nunca.

La popularización del tema del jardín particular trae consigo la integración del componente intercultural: por un lado existe la curiosidad acerca de las semillas “exóticas” procedentes de, por ejemplo, Turquía o Indonesia, por el otro lado es por muchos inmigrantes una posibilidad de interacción con los habitantes de su nuevo lugar de residencia.

Sólo en Alemania hay actualmente 80 jardines interculturales, y sigue creciendo. Para muchos inmigrantes el jardín y el soporte asociativo les hace mocho más fácil adaptarse a la vida en el nuevo país. Sería muy interesante trabajar mas con el tema de las semillas en los jardines interculturales, ya que los inmigrantes representan una importante intersección entre el país receptor y el país de origen.

Por el momento la ley de semillas se aplicará tan sólo a nivel de la UE, pero al mismo tiempo el plan general de la UE establece que debería tener más influencia en todo el mundo. Un ejemplo es el citado acuerdo de libre comercio entre la UE y la India, en el que se puede adivinar cual es la dirección del modelo alimentario global que la UE quiere.

QUIÉN TIENE LA SEMILLA, TIENE LA SARTÉN POR EL MANGO
Guardamos las semillas en nuestras manos,

y se van a defender con nuestras vidas.

www.seed-souvereignty.org

www.janun-goettingen.de

www.reddesemillas.es

www.seedysundays.org

http://rtf.ecobytes.net/

www.urbanacker.de

www.weltagrarbericht.de

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